Rochester, Minnesota - Tengo varias áreas en la piel que son mucho más secas que el resto e incluyen la parte inferior de las piernas, las rodillas y los codos. Esas zonas se irritan y descaman a veces, además de picar de vez en cuando. ¿Puede tratarse de psoriasis o es solo piel extremadamente seca? ¿En qué punto debo acudir al medico?

De su descripción, parece que usted tal vez tenga psoriasis. Haga una cita para evaluar la afección con un dermatólogo, médico que se especializa en trastornos de la piel. Si se trata de psoriasis, el médico puede recomendarle un tratamiento y aconsejarle cómo cuidar su piel.

La psoriasis es una afección común de la piel que cambia el ciclo de vida de las células dérmicas, haciéndolas acumular rápidamente en la superficie de la piel. Esa cantidad adicional de células puede formar escamas gruesas y plateadas, así como manchas secas, rojas y con picor que pueden ser dolorosas. La psoriasis generalmente atraviesa por ciclos, en los cuales los síntomas brotan durante unas semanas o meses y luego desaparecen por un tiempo.

Un dermatólogo normalmente puede diagnosticar la psoriasis mediante la revisión del historial médico y un examen de la piel, del cuero cabelludo y de las uñas. A pesar de que generalmente no sea necesario, el médico también puede recomendar hacer una biopsia. En ese procedimiento, se extirpa una pequeña muestra de la piel para examinarla bajo el microscopio a fin de descartar otros trastornos de la piel. Entre las afecciones parecidas a la psoriasis están la dermatitis seborreica, el líquen plano, la pitiriasis rosada y la tiña corporal.

Si tiene psoriasis, el dermatólogo hablará con usted acerca de las opciones de tratamiento. La psoriasis es una afección crónica y, hasta el momento, no existe curación. No obstante, el tratamiento puede reducir los síntomas al detener a las células de su rápido crecimiento. Se puede también recurrir a terapias para retirar las zonas escamosas y dejar la piel lisa.

Si su afección es leve, posiblemente solo necesite aplicarse crema o ungüento (a veces llamados medicamentos tópicos) en la piel para aliviar los síntomas. Los corticosteroides tópicos son un tratamiento común para la psoriasis. Esos fármacos antiinflamatorios lentifican el reemplazo celular mediante la supresión del sistema inmunitario, lo que alivia la inflamación y la comezón. Otros medicamentos tópicos también pueden servir para el tratamiento de la psoriasis, tales como los retinoides, la antralina, el ácido salicílico, los tipos sintéticos de la vitamina D y la brea de alquitrán, entre otros. Independientemente del medicamento que use, mantener siempre la piel bien hidratada ayudará a controlar la sequedad y las molestias de la psoriasis.

Cuando los tratamientos tópicos no bastan por sí solos para mantener a raya los síntomas, el dermatólogo puede sugerir también el tratamiento lumínico, o fototerapia, para controlar la psoriasis. El tipo más fácil de fototerapia implica exponer la piel a cantidades controladas de luz solar natural. Otros tipos de terapia lumínica incluyen usar luz artificial ultravioleta A (UVA) o ultravioleta B (UVB). Si bien este tratamiento puede llevar mucho tiempo, es muy eficaz.

Si usted tiene psoriasis grave o que no responde a otros tipos de tratamiento, el médico puede recomendarle fármacos orales o inyectables, junto con otras terapias. En general, esos fármacos ayudan a reducir la producción de células de la piel o a reducir la inflamación. Además, suprimen al sistema inmunitario.

La psoriasis a veces es difícil de controlar; puede ser impredecible y atravesar por ciclos de mejoría y empeoramiento de los síntomas, sin ninguna advertencia. A eso se suma que el tratamiento no surte efecto de forma uniforme, pues lo que funciona bien con algunos, quizás no sirva para otros. Con el tiempo, la piel puede tornarse resistente a algunos tratamiento y las terapias más potentes contra la psoriasis pueden provocar efectos secundarios graves.

Si sus síntomas obedecen a la psoriasis, usted y su dermatólogo pueden trabajar conjuntamente para desarrollar un plan de tratamiento. A medida que avance con el tratamiento, permanezca en contacto con el médico, especialmente si la afección no mejora después de empezar la terapia o si presenta efectos secundarios molestos. El médico puede ayudar a ajustar el tratamiento a fin de garantizar el mejor control posible de los síntomas.

Dra. Rokea el-Azhary, médica en Dermatología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.