Rochester, Minnesota - El enfoque centrado en la glucosa para la reducción de la glucosa sanguínea en la diabetes tipo 2 tal vez haya producido un cortocircuito en el desarrollo de nuevas terapias diabéticas, dice un nuevo trabajo publicado por los científicos de Mayo Clinic en la revista Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes (Circulación: calidad y resultados cardiovasculares).

Los autores, el Dr. Víctor Montori y el Dr. René Rodríguez Gutiérrez de la Unidad de Investigación sobre el Conocimiento y la Evaluación en Mayo Clinic, examinaron sistemáticamente los artículos de revistas y las pautas para la práctica clínica de la diabetes que se han publicado en la última década (del 2006 al 2015), en busca de las declaraciones relacionadas con la valía de un estrecho control glucémico sobre la prevención de las complicaciones de la diabetes crónica. Luego, los autores las compararon con el conjunto de pruebas adquirido en las últimas dos décadas respecto al efecto del estrecho control glucémico sobre los resultados micro y macro vasculares que tienen importancia para el paciente.

El estudio, financiado mediante el Premio a la Ciencia Clínica y Traslacional de Mayo Clinic, descubrió que el estrecho control glucémico (mantener el valor de la hemoglobina A1c por debajo de 7 por ciento) no repercutía estadísticamente sobre un resultado microvascular de importancia para el paciente (enfermedad renal terminal o diálisis, muerte renal, ceguera y neuropatía clínica). En cambio, todas las pautas prácticas y la mayoría de las declaraciones publicadas (alrededor de 80 por ciento) sustentan que el estrecho control glucémico previene esas complicaciones.

En cuanto a las complicaciones macrovasculares (cardiovasculares) de importancia para el paciente, las pruebas revelan que el estrecho control glucémico reduce el riesgo de un ataque cardíaco no mortal en alrededor de 15 por ciento, pero no repercute sobre la mortalidad por toda causa ni sobre la mortalidad cardiovascular. Además, el riesgo de accidente cerebro vascular tampoco parece disminuir con el estrecho control glucémico y su efecto sobre las amputaciones fue impreciso. Durante el período estudiado, las declaraciones acerca del estrecho control glucémico para prevenir estas complicaciones cambiaron desde mucho apoyo (85 por ciento) hasta escepticismo (20 a 30 por ciento) después de la publicación en el año 2008 de un solo estudio (Ensayo sobre la acción para controlar el riesgo cardiovascular en la diabetes, ACCORD por sus siglas en inglés) que no coincide con los resultados de otros estudios (conjunto de pruebas).

En general, los autores plantean que debe reexaminarse el consenso ampliamente difundido del estrecho control glucémico.

Los doctores Rodríguez Gutiérrez y Montori dicen que esperan que este trabajo estimule la investigación de nuevos métodos terapéuticos para prevenir las complicaciones de la diabetes. Los médicos escriben lo siguiente: “Considere la lista de las terapias basadas en pruebas que se recomiendan […] para prevenir la retinopatía o la neuropatía más allá del control glucémico: ninguna”.

En lugar de enfocarse en el estrecho control glucémico, los autores plantean que una moderación glucémica puede ayudar a avanzar la personalización del cuidado de la diabetes, a través de la toma de decisiones compartida para elegir los objetivos glucémicos y los tratamientos.

Los autores señalan que los pacientes con diabetes tipo 2 parecen vivir más largo y tener menos complicaciones, al menos en ciertas partes del mundo, y plantean que recalibrar con cuidado y concienzudamente el tratamiento puede fomentar la confianza de los pacientes y brindar nuevas respuestas a este problema pandémico.

La publicación de este trabajo contó con el apoyo del Centro para la Ciencia Clínica y Traslacional de Mayo Clinic, a través del Premio a la Ciencia Clínica y Traslacional del Centro Nacional para el Avance de las Ciencias Traslacionales que es parte de los Institutos Nacionales de Salud.