Rochester, Minnesota - El pinzamiento de la cadera puede ocurrir debido a varias razones. Cuando no se lo trata, posiblemente empeoren tanto el dolor que provoca como otros síntomas, a medida que aumenta el daño en la articulación de la cadera. El tratamiento del pinzamiento de la cadera depende enormemente de las circunstancias personales. No obstante, de manera general, las alternativas de tratamiento varían entre controlar los síntomas con medicamentos y fisioterapia, en casos leves, hasta realizar una cirugía, en casos más graves.

El término pinzamiento de la cadera es amplio y sirve para describir aquellas afecciones en las que la cabeza del fémur y el acetábulo no encajan bien en la articulación de la cadera, lo cual suele deberse a tres causas principales. Primero, el acetábulo no siempre se desarrolla de forma normal a medida que el niño crece y eso puede derivar en una afección conocida como retroversión acetabular, en la que el acetábulo sobrepasa mucho la cabeza del fémur en la articulación de la cadera.

Segundo, pueden aparecer unos bultos anormales, llamados lesiones tipo leva, en el lugar donde se unen la cabeza y el cuello del fémur. Las investigaciones actuales plantean que esas lesiones tipo leva se desarrollan durante la adolescencia, generalmente cuando las placas de crecimiento están abiertas. La participación en ciertas actividades físicas conlleva el riesgo de un conflicto entre el acetábulo y la cabeza del fémur, lo cual estimula al hueso a crecer y crear una lesión tipo leva.

Tercero, una torcedura anormal del fémur (hueso del muslo), llamada retrotorsión femoral, también puede llevar al pinzamiento de la cadera. Estas tres situaciones se combinan en distintos grados para crear el pinzamiento.

El pinzamiento de la cadera puede hacer perder la rotación interna de la cadera, situación que desencadena dolor en la zona inguinal al flexionar la cadera o después de hacerlo, como al correr, saltar o sentarse durante períodos prolongados. En los adolescentes, la pérdida de la rotación interna de la cadera sirve como medio de detección de un posible pinzamiento de la cadera.

Con el tiempo, el pinzamiento de la cadera tal vez lleve a un desgarre del lábrum, que es el anillo fibroso de cartílago que rodea el acetábulo. Cuando el lábrum se desgarra, la persona siente dolor. El pinzamiento de la cadera también puede dañar al cartílago protector que recubre el extremo de los huesos en la articulación, llamado cartílago articular. A medida que transcurre el tiempo, eso desgasta al cartílago hasta terminar deteriorándolo completamente, afección conocida como osteoartritis de la cadera. La osteoartritis provoca dolor, sensibilidad, rigidez y pérdida de la flexibilidad en la cadera. Si no se hace nada para corregir un pinzamiento grave de la cadera, estas afecciones probablemente continúan empeorando y, a medida que lo hacen, aumentan las molestias en la cadera, el dolor y otros síntomas.

Debido a que cada caso de pinzamiento de la cadera es único, el tratamiento debe personalizarse en cada paciente. Al delinear planes de tratamiento personalizados para los pacientes, hay que considerar varios factores, tales como los síntomas, el nivel de actividad deseado, la anatomía del hueso de la cadera, la mecánica corporal en general y la amplitud de movimiento, así como cuánto daño han sufrido el lábrum y el cartílago articular.

En los casos de pinzamiento de la cadera entre leve y moderado, los síntomas posiblemente mejoren con tratamientos no quirúrgicos, como modificar las actividades, analgésicos, fisioterapia e inyección de corticosteroides. En los casos más graves o complejos, se puede recurrir tanto a la artroscopia como la cirugía abierta para remodelar los huesos, reparar el lábrum y tratar el daño del cartílago articular.

Si le diagnosticaron pinzamiento de la cadera, consulte con un médico especializado en traumatología y ortopedia para revisar sus alternativas y decidir el mejor plan de tratamiento para su situación.