Rochester, Minnesota - El nivel de cuidado que una quemadura necesita depende de cuán extenso sea el daño sufrido por los tejidos. Las quemaduras menores generalmente pueden tratarse en casa, sin necesidad de ver a un profesional de la salud. Entre las quemaduras consideradas “menores” están las de primer y segundo grado, cuyo diámetro no supera de 5 cm (2 pulgadas). Cualquier tipo de quemadura que involucre un área mayor debe ser evaluado de inmediato y en un entorno médico. De igual manera, es necesario que un proveedor de atención médica evalúe las quemaduras que muestran signos de infección, tales como supuración de la herida, más dolor, enrojecimiento e hinchazón.

La quemadura de primer grado solamente abarca la capa externa de la piel (epidermis) y sus signos y síntomas incluyen piel enrojecida, la cual puede estar ligeramente hinchada o dolorosa al roce. La quemadura de segundo grado involucra a la capa externa de la piel y a la inmediatamente inferior (dermis); sus signos y síntomas incluyen dolor, hinchazón, piel de color rojo intenso, ampollas y una apariencia de mancha.

En este tipo de quemaduras menores, todo lo que generalmente se requiere son cuidados caseros oportunos. Primero, deje correr agua potable al clima (no fría) sobre la quemadura durante el tiempo suficiente para reducir el dolor, lo cual suele ser de 10 a 15 minutos. Si no cuenta con agua potable, sumerja la quemadura en agua al clima o aplique compresas mojadas en agua al clima. No aplique hielo directamente sobre la quemadura porque al hacerlo, puede dañar más los tejidos.

Seque la zona con un paño limpio y envuélvala suavemente con un apósito estéril. No aplique ungüentos ni mantequilla sobre la quemadura, porque pueden retener el calor en la piel y causar más daños, aparte de aumentar el riesgo de infección. En caso necesario, tome analgésicos de venta libre para aliviar el dolor.

Si la quemadura fue debida a una sustancia química, asegúrese de retirarla, igual que cualquier prenda de vestir o joya que haya entrado en contacto con ella. De ser posible, use guantes para no quemarse en otra parte y para que la persona que le ayuda tampoco sufra quemaduras.

No reviente las ampollas, si es que se forman. En caso de que se reviente sin querer una ampolla, lave la zona con agua y jabón, aplique un ungüento antibiótico y cúbrala con un apósito. Acuda al proveedor de atención médica si aparecen ampollas grandes, pues es posible que deban extraerse.

Controle a diario la quemadura, después de lavarla suavemente y cambiarle el apósito. Evalúe la quemadura según cuánto se disemina el calor, el enrojecimiento o la hinchazón, los cuales pueden indicar la presencia de una infección en la piel. Si la herida no cicatriza, acuda al proveedor de atención médica.

Las quemaduras requieren atención médica de inmediato cuando cubren un área mayor del cuerpo o abarcan gran parte de las manos, la cara, los pies, los genitales, las nalgas, los ojos, la boca o una articulación grande. Las quemaduras de segundo grado que superan los 5 cm (2 pulgadas), las quemaduras eléctricas o las quemaduras más graves de tercer grado, en las que la piel se levanta, luce carbonizada o tiene una apariencia blanca y seca, requieren atención médica de inmediato. (Adaptado de Mayo Clinic Health Letter).

Dr. Henry Schiller, Traumatismos, Cuidados Intensivos y Cirugía General de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.