Anaheim, California - Una combinación de ingesta reducida en sodio con la dieta DASH reduce la presión sanguínea en adultos hipertensos, según una investigación preliminar presentada en las Sesiones Científicas de 2017 de la American Heart Association, un intercambio mundial líder sobre los últimos adelantos en ciencia cardiovascular para médicos e investigadores.

El estudio realizó un seguimiento de 412 adultos con presiones sanguíneas sistólicas de cuatro categorías: menos de 130 mmHg; entre 130 y 139 mmHg; entre 140 y 159 mmHg; y 150 o más mmHg. Siguieron una dieta baja en sodio o una dieta DASH (Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión en inglés) durante cuatro semanas. Las dietas DASH son ricas en frutas, vegetales y granos de salvado, y también incluyen frutos secos, semillas, legumbres, carne de ave, pescado y lácteos sin grasa. El National Heart, Lung, and Blood Institute y la American Heart Association apoyan el patrón dietario de DASH para controlar la hipertensión. Si bien se conoce que tanto las dietas bajas en sodio como las DASH ayudan a disminuir la hipertensión, este estudio examina los efectos de la combinación de las dos dietas en adultos con hipertensión.

Los investigadores descubrieron que:

  • Los participantes que redujeron la ingesta de sodio tuvieron menor presión sanguínea sistólica que los adultos que tenían una alta ingesta de socio.
  • Los participantes que siguieron la dieta DASH pero no redujeron su ingesta de sodio tuvieron menor presión sanguínea que aquellos con una ingesta de sodio similar pero que no seguían la dieta DASH.
  • Los participantes que combinaron las dietas tuvieron menor presión sanguínea que aquellos con una ingesta alta en sodio con su dieta habitual.

La reducción en la presión sanguínea aumentó en función de la gravedad de la hipertensión: se vio una diferencia más drástica en los participantes con presión sanguínea sistólica mayor a 150 mmHg que seguían la dieta DASH y la baja en sodio que en aquellos que no seguían la dieta. Se necesita más investigación para determinar si la combinación de dietas tiene el mismo efecto en adultos con presión sanguínea sistólica mayor de 160 mmHg.

Stephen Juraschek, M.D., Ph.D., Beth Israel Deaconess Medical Center, Boston, Massachusetts