Rochester, Minnesota - En algunas personas con EPOC, la administración prolongada de antibióticos —específicamente de azitromicina (Zitromax)— es una alternativa relativamente nueva para disminuir las exacerbaciones. Una exacerbación es un evento en el que los síntomas de la EPOC empeoran más que la variación habitual entre uno y otro día. Algunas exacerbaciones pueden ser producto de una infección viral o bacteriana. Cuando la exacerbación es grave, eso puede llevar a una hospitalización y hasta a una insuficiencia respiratoria o a la muerte.

Para quienes padecen EPOC, la administración a corto plazo de antimicrobianos (antibióticos y antivirales) puede ayudar a combatir las infecciones respiratorias como bronquitis aguda, neumonía y gripe, además de que puede servir como tratamiento para una exacerbación. Un estudio realizado en 2011 indicó que la administración prolongada y continua de azitromicina ayuda a prevenir las exacerbaciones de la EPOC, incluso en quienes no tienen una infección respiratoria activa. Aparte de sus efectos antibacterianos, la azitromicina también ejerce un efecto antiinflamatorio y de modulación inmunitaria que posiblemente contribuye a su capacidad de controlar mejor la EPOC.

El estudio incluyó a gente que tenía EPOC, más riesgo de exacerbaciones y cuya mayoría ya tomaba otros medicamentos para evitar las exacerbaciones. Entre quienes se administraron azitromicina a diario durante un año, el riesgo de sufrir una exacerbación descendió en alrededor de 27 por ciento, comparado frente a quienes tomaron una sustancia inactiva (placebo).

Existen cinco clases de medicamentos a los que se puede recurrir para ayudar a prevenir las exacerbaciones de la EPOC. Una de esas clases incluye al antibiótico azitromicina; mientras que las demás son de corticosteroides inhalados, agonistas beta de larga acción, antagonistas muscarínicos de larga acción e inhibidores de la fosfodiesterasa 4. Es común usar más de uno de estos medicamentos al mismo tiempo y hay varios inhaladores que combinan dos o más sustancias.

La azitromicina no suele ser el primer fármaco que se receta para prevenir una exacerbación, aunque puede desempeñar una función importante en algunas personas con EPOC.

Un posible efecto secundario de la administración prolongada de azitromicina es la pérdida de la audición. Por otro lado, las personas con una cierta anomalía en el electrocardiograma, conocida como intervalo QT prolongado, no deben tomar azitromicina; además, parece que la administración de azitromicina conlleva un riesgo ligeramente mayor de muerte debido a problemas del ritmo cardíaco. Existe también controversia respecto a que la administración prolongada de azitromicina plantea el riesgo de la presencia de bacterias resistentes a los antibióticos. (Adaptado de Mayo Clinic Health Letter).

Dr. Paul Scanlon, Neumología y Cuidados Intensivos de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.